Me derrumbo en tus ojos,
con el peso del enojo;
busco rumbo en penumbra,
tengo complejos cual Dumbo.
Me repaso cada fallo,
desde aquel filo de mi ojo;
mi pesar forja mi fuerza,
mas pensar echa cerrojo.
Al llegar a mil ideas,
la presión dicta su modo;
escojo sendero firme,
que despierta mi decoro.
Voy erguido por mi senda,
no me hundo en hondo pozo;
lucharé con media pierna,
aunque digan que estoy cojo.
